Los
Conflictos.
Conceptualización.
Vinyamata
(2001) afirma que el conflicto es una lucha, por el
desacuerdo, incompatibilidad aparente, confrontación de intereses,
percepciones o actitudes hostiles entre dos o más partes. El conflicto es
connatural con la vida misma, está en relación
directa con el esfuerzo por vivir. Los conflictos se relacionan con la
satisfacción de las necesidades, se encuentra en relación con procesos de
estrés y sensaciones de temor y con el desarrollo de la
acción que puede llevar o no hacia comportamientos agresivos y violentos.
Fisas,
v. (2001) define conflicto como un proceso interactivo que se da en un
contexto determinado. Es una construcción social, una
creación humana, diferenciada de la violencia (puede haber conflictos sin
violencia, aunque no violencia sin conflicto), que puede ser positivo o negativo según cómo se aborde y termine,
con posibilidades de ser conducido, transformado y superado.
Entelman
(2002) define que el conflicto es un proceso
dinámico, sujeto a la permanente alteración de todos sus elementos. a medida que se desarrolla su devenir cambian
las percepciones y las actitudes de los actores que,
en consecuencia, modifican sus conductas, toman nuevas decisiones estratégicas
sobre el uso de los recursos que integran su poder y, a menudo, llegan a ampliar, reducir, separar o
fusionar sus objetivos.
Ezequiel Ander-Egg
(1995) sostiene que el conflicto es un proceso social
en el cual dos o más personas o grupos contienden, unos contra otros, en razón
de tener intereses, objetos y modalidades diferentes, con lo que se procura
excluir al contrincante considerado como adversario. Así mismo, la Fundación
Progresar (2000) lo concibe como una disputa entre dos o más partes
interdependientes que perciben metas incompatibles, recursos escasos o
sentimientos.
Guido Bonilla (1998) considera el conflicto como una situación social, familiar,
de pareja o personal que sitúa a las personas en contradicción y pugna por
distintos intereses y motivos —teniendo en cuenta que por contradicción se
entiende la oposición de dos o más personas o grupos étnicos, sociales y
culturales, o la manifestación de incompatibilidades frente a algún asunto que
les compete, y por pugna la acción de oponerse a la otra persona, la lucha que
se presenta por la intención de su decisión.
Los
conflictos persisten en los factores sociales que motivan la forma como evoluciona
la sociedad. Surgen en el desarrollo de acciones incompatibles, de sensaciones
diferentes; responden a un estado emotivo que produce tensiones, frustraciones;
corresponden a la diferencia entre conductas, la interacción social, familiar o
personal.
Orígenes
y raíces del conflicto
El abordaje del conflicto implica recurrir a
su mismo punto de partida, por lo cual es necesario determinar los factores que
a continuación se exponen.
ü La
subjetividad de la percepción, teniendo en cuenta que las personas captan de
forma diferente un mismo objetivo.
ü Las
fallas de la comunicación, dado que las ambigüedades semánticas tergiversan los
mensajes.
ü La
desproporción entre las necesidades y los satisfactores, porque la indebida
distribución de recursos naturales y económicos generan rencor entre los
integrantes de una sociedad.
ü La
información incompleta, cuando quienes opinan frente a un tema sólo conocen una
parte de los hechos.
ü La
interdependencia, teniendo en cuenta que la sobreprotección y la dependencia
son fuente de dificultades.
ü Las
presiones que causan frustración, ya que esta se presenta cuando los
compromisos adquiridos no permiten dar cumplimiento a todo, generando un
malestar que puede desencadenar un conflicto.
ü Las
diferencias de carácter; porque las diferentes formas de ser, pensar y actuar
conllevan a desacuerdos.
Para
que exista un conflicto tres son los elementos necesarios que deben darse:
ü Desacuerdo: provocado por una diferencia de opinión. Cuando
esta diferencia desaparece, lo mismo sucede con el desacuerdo y con el
conflicto. Puede darse también el caso de que persista la diferencia de opinión
pero que haya acuerdo sobre el proceso de toma de decisiones con lo que el
conflicto deja también de existir.
ü Escasez: causada por una limitación de recursos que impide
a cada una de las partes obtener lo que desea y que genera interdependencia
entre ellas.
ü Derechos de propiedad en disputa: las
partes en conflicto no están de acuerdo sobre cuál de ellas tiene autoridad
para asignar recursos o sobre el proceso de toma de decisiones.
Elementos del
conflicto: son los siguientes:
Las personas: los seres
humanos concretos con emociones, necesidades, percepciones, efectos y valores.
El proceso: es el
desarrollo o historia del conflicto, los procesos de comunicación, el lenguaje
y las condiciones de las partes
Los problemas: son las
necesidades e intereses de cada parte, diferencias de fondo, de forma y de
procedimiento.
Hay
conflictos de tipo: Intrapersonal
(en el interior de las personas) y Interpersonal (entre las personas).
Conflicto intrapersonal: Se presentan cuando hay: deseos o valores
conflictivos, maneras competitivas de
satisfacción, frustración, discrepancias de papeles.
Conflicto interpersonal:
Se presentan cuando hay: diferencias individuales, recursos limitados, diferenciación
de roles.
Gestión y
resultados:
Una manera de gestionar un
conflicto es construir un instrumento sencillo pero muy útil denominado mapa el
conflicto, en el que hay tres elementos esenciales que se relacionan y afectan
recíprocamente; las personas, los procesos y los problemas.
Manejo de
conflictos: Procedimientos, diseño y ejecución de un plan de
acción, dinámica. Entre los actores involucrados en
un buen manejo del conflicto pueden presentarse las siguientes actitudes:
ü Aceptar
la condición humana y la cadena de conflictos para aprender a sobrellevarlos y
a asumirlos como un estímulo.
ü Enfrentar
y manejar el conflicto en vez de evitarlo.
ü Aceptar a
los demás cuando plantean ideas diferentes.
ü Aprender a
dialogar sin fomentar las polémicas y el «diálogo de sordos».
ü Entender
a los actores y no asumir posiciones defensivas.
ü Fomentar
la actitud de «ganar-ganar».
ü
Evitar
reprimir o explotar la agresividad.
Efectos
del conflicto:
Los
efectos y repercusiones de un conflicto están relacionados con la forma como se
desarrolle una negociación, así como con la actitud y los comportamientos que
asumen los actores. De esta manera, un conflicto manejado en forma inadecuada
se refleja en los siguientes aspectos:
ü Se almacenan
o concentran energía y presiones que conllevan a la violencia.
ü Se
origina frustración y sentimientos destructivos.
ü Se genera
ansiedad y preocupación que pueden ocasionar trastornos en la salud.
ü Se
produce impotencia, inhibición y bloqueo.
ü Se presentan
enfrentamientos y choques con la realidad.
ü En
ocasiones, el conflicto no permite clarificar ideas.
ü Los
actores se revelan, eliminando el conflicto por completo.